La sal de mesa (o sal común), se compone de cloro y de sodio (de ahí que su nombre químico sea cloruro de sodio). Una alimentación normal contiene unos 10 – 15  gramos de sal que equivalen a 4 – 6 gramos de sodio al día. El SODIO es fundamental para:

  • Mantener la presión arterial y el volumen de sangre.
  • Paso de agua entre los compartimentos intra y extracelulares
  • La transmisión del impulso nervioso
  • Los procesos metabólicos que precisen bomba de sodio

En las últimas décadas se ha procedido a añadir YODO a la sal de mesa para prevenir su deficiencia. El yodo es un mineral esencial para la producción de hormona tiroidea y su deficiencia puede ser causa de bocio, deterioro cognitivo, retraso de crecimiento, hipotiroidismo neonatal así como mayor número de abortos.

Erróneamente existe la creencia de que la sal marina tiene un contenido mayor de yodo y al contrario: no contiene yodo y además es mucho más cara.

Por otro lado es importante recalcar que el exceso de sodio en nuestra alimentación se relaciona con hipertensión arterial y en todas las guías actuales se aconseja disminuir su aporte por lo que es importante la ingesta de otros alimentos ricos en yodo. Además, en el embarazo hay que valorar un aporte suplementario de este mineral.

 

Conclusión:

El consumo de sal debe ser moderado y no debe utilizarse la sal marina como fuente de Yodo.

Si tienes alguna duda sobre tu alimentación, no dudes en ponerte en contacto con tu nutricionista o déjanos un comentario.

Referencias:

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23472655
https://medlineplus.gov/spanish/druginfo/natural/35.html
https://medlineplus.gov/spanish/sodium.html